En el tiempo de cuarentena hice un viaje imaginario al mundo del Ambay, sus propiedades medicinales, su inserción en los paisajes y el encierro, me hicieron pensar en la estrecha relación entre el patrimonio natural y cultural, entre lo ancestral y el presente y de cómo fotografiar al Ambay se convirtió en mi medicina.
Este trabajo es una reflexión acerca de la relación del ser humano con su entorno, de la fragilidad de la naturaleza y de su inmenso poder y a través de esta indagación sembrar semillas para que otros puedan generar otras preguntas.
Julio 2020, Posadas Misiones
Irina Waniukiewicz